A mis padres, pero muy especialmente a mi adorada Coneja.
(Poema escrito originalmente sobre el cromo mostrado, a modo de regalo para mi madre en su cumpleaños, con fecha 9 de febrero de 2003.)
Aquel niño tembloroso
oculto en la papelería,
perseguido, que conoció
el miedo a la sociedad,
que experimentó llegar
al margen de la tolerancia
por la acción del significado
y la mirada interpretativa,
aquel niño enfatizó el dolor
de saberse otro,
de saberse ajeno,
de saberse extranjero
en la propia mesa,
un comensal más...
solo.
Aquel niño sujeto
a una bofetada inmerecida,
orillado al desprecio,
acusado por la admiración
soy
Yo.
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