Quién es Beggar Mayo
Beggar Mayo es más que un seudónimo del autor de los textos que puedes encontrar en este espacio. Es un personaje, un alter ego del mismo, su versión virtual registrada que deambula y vive una vida paralela en el metamundo de Second Life, lo cual, sin embargo, no lo hace menos real que quien lo ha creado y empuña la pluma que redacta esta descripción y todos los contenidos.
A diferencia de su creador, el escritor y comunicólogo mexicano José Antonio de la Vega Torres (o, para más brevedad, J. Antonio de la Vega), Beggar no tiene un currículo de vida que presentar, presumir o asumir o, en el otro extremo, del cual arrepentirse, avergonzarse o reconocerse con humildad. Aún así, si tu interés es ahondar en la persona detrás de él y no solo en el avatar habrás de recorrer estas líneas, revivir sus aventuras o ir a su página personal. Incluso la posibilidad de toparte con él en ese metamundo haría posible una experiencia disímil.
Beggar Mayo es un seductor, a veces atolondrado; está constante e incesantemente enamorado del amor en todas sus manifestaciones posibles. Virtual como es, se halla más allá del mal y del bien, sus fronteras son las del alma y la imaginación. Escribe, construye sueños en tres dimensiones y palpita con tal alegría y vivacidad, que llega a sorprender a su creador hasta el punto que este ha pensado que es ya un ente separado, vibrante, con existencia ganada por derecho propio al igual que el resto de los avatares que ya, hoy, conforman su familia virtual: Alfred Steppenwolf (hombre lobo milenario, artista plástico), Stella, Orfeo Wolfkin y Green Glanz.
En sus correrías por Second Life no ha estado exento de caer en tentaciones y excesos, y una de sus primordiales fantasías ha sido la de diseminar su semilla por todo el orbe para legarnos un robusto roble genealógico con crianzas que, formando vastas ramas, nos cobijan con la sombra de sus más íntimos afanes. A la fecha de estas líneas, en su haber ya contaba con 94 críos, todos concebidos a solicitud de las damiselas que, sea por sus propias fantasías, vacíos, calenturas, deseos o infatuación hacia Beggar le han solicitado, sin más compromiso que el de repartir su cariño, tener uno o más recuerdos de sus momentos de entrega.
Avatar sin tiempo, mas no sin memoria, Beggar tiene claro que su fin está ligado al de la persona detrás suyo, por ello y mientras tanto aquella perviva, se apresta a ser el depositario de los más caros sueños del que, instrumentalmente, otros llamarían su titiritero.
En sus correrías por Second Life no ha estado exento de caer en tentaciones y excesos, y una de sus primordiales fantasías ha sido la de diseminar su semilla por todo el orbe para legarnos un robusto roble genealógico con crianzas que, formando vastas ramas, nos cobijan con la sombra de sus más íntimos afanes. A la fecha de estas líneas, en su haber ya contaba con 94 críos, todos concebidos a solicitud de las damiselas que, sea por sus propias fantasías, vacíos, calenturas, deseos o infatuación hacia Beggar le han solicitado, sin más compromiso que el de repartir su cariño, tener uno o más recuerdos de sus momentos de entrega.
Avatar sin tiempo, mas no sin memoria, Beggar tiene claro que su fin está ligado al de la persona detrás suyo, por ello y mientras tanto aquella perviva, se apresta a ser el depositario de los más caros sueños del que, instrumentalmente, otros llamarían su titiritero.
Quién es Alfred Steppenwolf
Alfred Steppenwolf es el más antiguo, el primero de los hombres lobo. Dotado de una historia trágica, deambulaba por el metamundo de Second Life bajo uno de sus múltiples nombres y seudónimos: Killian Macrieve cuando, luego de mucho tiempo de no saber de su hijo adoptivo, Beggar, lo encontró en uno de sus viajes. Tras el encuentro lleno de emociones encontradas, ambos decidieron reconstruir a la familia y darle un nuevo sentido a sus respectivas aventuras virtuales.
Mientras Beggar se había desarrollado como poeta y escritor, Alfred, impulsado por su historia personal, se decantó por las artes plásticas desenvolviéndose como arquitecto, diseñador, escultor, fotógrafo y muy especialmente como pintor y tejedor se sueños.
Su participación en este blog es fundamental, pues toda la parte gráfica corre bajo su responsabilidad y sus habilidades estéticas.
Para saber más de él, es necesario adentrarse en su diario personal o en las historias que narra Beggar al relatar la historia de la Casa Steppenwolf.
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