14 de mayo de 2015
Yo no sé que me pasa con las lluvias
que a veces chorreo ganas
de adentrarme entre tus flamas.
Quizá es que quiero hacerme bruma,
rozar tus humedecidos labios,
cubrir tu cuerpo con gotas de luna.
Quizá quiero que tus caricias
arranquen de mi soledad nostálgica el granizo
y tanto que se derrita lentamente
fundido por los ardores que diluvias.
Yo no sé que me pasa con las lluvias,
con esas lágrimas que cuando me amas sudas.
Tal vez quiero que me bañes
apenas tus nubarrones de deseos descargues.
Tal vez quiero que en ti, vida, me hundas
bajo el ansiado y temible deslave de orgasmos.
Yo no sé que me pasa con las lluvias.
Esas, las que no me empapan,
las que en tu boca me diluyen
hasta hacer de mi firmeza
verbo contenido, preso entre tus labios
y que por tu afán y desenfreno no desmaya.
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