8 de septiembre de 2015
Si he de contemplarte, verso, en perspectiva,
ha de ser teniéndote en el lecho como medio;
siendo tu cuerpo, musa, razón para mi asedio,
mi palabra sea el semen; lo que tu lengua liba.
De ti, panorama, mi basta vista se priva;
por ti, lontananza, ya hasta olvido el epicedio.
Va haciéndose tu mirada sol en el cavedio
de esta añeja poesía que por tu amor se criba.
Ay déjame vertirme verbo en tu vientre plano.
Quiero ser entraña que se entraña en una extraña.
Déjame ser otoño asomado a tu verano.
Prénsenme a ti tus piernas, esa pertinaz laña.
Ay cójame tu sexo piano, piano, muy piano.
Pazca mi boca en tus turgencias tu verde braña.
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