5 de julio de 2011
Recomendaba Pitágoras:"Escoge una mujer
de la cual puedas decir, exhausto:
hubiera podido escogerla
más
más
más bella,
pero no mejor".
Tenía que ser Pitágoras,
¡puro teorema!
Así nomás hace uno numeritos,
acaba uno en medio de triángulos
y buscándole
la cuadratura al círculo
de los ojos de la bien amada.
Por eso prefiero trazar nuevo axioma:
Coge una mujer
con la que puedas devolver a Dios
la simiente de tu origen.
Tómala de entre el conjunto
de hermosas sin igual
y forma entre sus formas
la razón directa
de un universo paralelo,
donde la más sutil mirada tangencial
pueda confundirse con el papel secante
que corte el suspiro
tras sus besos.
Coge una mujer
cuya geometría analítica
te haga el área bajo sus curvas,
cuya integridad calculada
haga del binomio entrega de igualdad
y de la ecuación compleja
hogar del deseo y fantástica cifra
de lo imaginario.
con la que hagas sucesión numérica real
de momentos
de ayes
de silencios
de noches enteras
y días fraccionados.
Coge una mujer
atendiendo al anverso
atendiendo al reverso
de su probabilidad azarosa.
Coge una mujer,
eligiéndola de entre las rectas
numéricas desde las que tu vector
apunte con denodado ardor
al culmen de la parábola idílica.
Cógela entre los focos de la hipérbola
y haciendo con sus gestos hipérbole
ámala ámala ámala ¡ámala!
exageradamente.
Tú, mujer, que tienes oportunidad,
coge un hombre como este,
con quien puedas probar
el teorema escrito
por causa del verde efecto
del afecto de tus ojos.
Mírame
Léeme
Calcúlame
Mídeme
Tómame
entre tus manos
entre tus piernas y traza;
sean tus labios la línea
del horizonte capaz de dividirme
para ti
en una suma infinita
portentosa
de factores y fractales
con los que multiplicar
las fusiones de nuestras soledades.
2 comments
exelente poema, digno de ser compartido sin lugar a duda, me gusto en particular como toca ambos lados masculino y femenino, dicha reciprocidad es poco común.
ResponderBorrarMuchísimas gracias por tu amable comentario. Saludos.
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