17 de enero - 24 de febrero de 2012
A esas dos o tres amigas, más que amigas que me han conocido en la desnudez total.
Quiero hacerte mi puta
amante ansiosa
condición
por la que crece esta
causa
la que embebe
mi razón.
Quiero cogerte, cariño,
de la mano y deambular
por los senderos en tu piel
dibujados por la caricia
de mis besos.
Quiero que juegues
con este
oculto
tierno
niño
triste
mientras no tiene tu miel
y que en el parque
de tu vientre permitas
el desliz
del sueño aquel
por el que quise
hacerte, ¡puta!,
tantas
travesuras
llevado por el afán
de acomodar mi fantasiosa lengua
entre tus labios de terso tafetán,
para extraer de ellos esta
savia
loca
firme
línea de oración
del poema,
oh, ah, mi Luna
haciendo en tu boca
mi fortuna.
Hay, ay, palabra,
mi puta:
la que piensa
y la que quiere
y la que convence,
seductora, de amor idioma;
y la que pretende
convencerse,
persuadirme,
de que no es dialecto,
amor dilecto,
lo que da al entregar
el corazón
entre sus piernas;
y la que así, en el afán,
por mantener bloqueada el alma,
calma no se percata que al abrirse
en el acto,
aun cuando frío y mecánico,
al amor está naciendo
con cada felación
y en esas veces
cuando al anhelo da
ocasión
de penetrar reconditeces.
Tal vez tu gemir sea tanto
como versos fingidos,
y ganes a la gana
líneas vacuas de sentido,
suerte de primerizo
carácter en el gesto de la estrofa;
y muy probablemente con dedicación
al tiempo termines,
aún a tu pesar
y del reloj y la extensión e incluso
yo acabe
entre la rima y a medida
de tu carne
recluso,
multiplicada entraña
por tu hechizo;
empero eres, extraña
puta al fin,
matemática
calculadora
operación
serie y poética sucesión,
línea de ardores
en libertad;
secuencia trazada,
pretendida consecuencia,
ilusoria realidad,
Eros desprendido,
indicios de pasados
y futuros
de pasiones
y amores despreciados,
incomprendidos
orgásmicos clamores.
Por eso quiero, cariño, cogerte;
cogerte cariño
y tomarte,
tomarte de la mano;
hacerte venir,
venir hasta este cuerpo,
venir sobre esta alma,
revestida de piel;
hacer de tu superficie el espacio
tembloroso,
delicado,
imaginario
papel
donde puedo escribir
despacio
lo que provocas
despacio,
lo que inspiras
despacio,
la manera como desbocas
sobre tu pecho
mi blanca tinta
del deseo explotando
despacio.
Déjame que te coja
cariño, vida.
Déjame que te haga mía,
alma,
vida;
convida conmigo mi bestia
ciclópea,
oculta;
acércame al límite
de tu retruécano;
dame,
hazme
entrar
en el litigio
por alcanzar juntos el clímax
consecuencia de tus besos.
Envuelve en tu seno mi penne
y no dejes de esta literaria arma
ni puta muestra de vestigio.
Quiero cogerte, mi puta bella,
cual amante,
vía de lenguaje,
condición ansiosa,
romántica causa
hulla para el asuaje,
en que se consume mi razón
gozosa:
la que es pausa,
Caronte,
transporte de la idea de un ambos
que en nosotros fructifica
mutuos ombligos girasoles,
ditirambos
atentos al amanecer.
Tras tu cintura de horizonte,
abraso mi Ser en ti. Descuella.
Quiero, cariño, que en mí halles
la paz, el regazo donde recogerte
con la mano y por favor
sea tu piel
el soporte del texto con que calles
tras mi ardiente caricia,
la que, con tus miradas,
verdes versos dulcifica.
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