BOSQUEJOS

1987

A Izamary “Malín” Mendoza

Comienzo a recorrer
tu figura
con el recuerdo.

Trazo líneas
sobre el costado izquierdo
y marco sombras
y luces,
dando cuerpo a tu cabello.

Con toscas rayas
doy forma a tu cuello
y, por más que me empeño,
no logro seducir
a tu voz,
para que preste su armonía melódica
a un triste dibujo
de imitación.

Aplico color a tu tez.

Creo un ambiente
de fondo;
pero toda vez
que considero la obra terminada
un destello
vivo,
no puesto al propósito
por el pincel,
da otra apariencia
a tu mirada.

Yo no he hecho nada;
si acaso copiar
de la vida
una alborada.
Así, por más que batallo
para borrar la chispa
que anega tu mirada,
basta con una palabra
escrita hoy
en una encrucijada,
para que emane
sola
la sensación amorosa
por la fuerza enterrada.

Yo no he hecho nada,
siquiera retratarte
párcamente
y sin éxito,
pues tu faz
incontenible,
pensándolo bien se revela
sola
por sobre el claroscuro
sensual
de la emoción que arrojas,
con el simple resplandor,
con el sutil bosquejo
de una verde lágrima
no derramada.