27 de junio de 2017
Estos espacios entre letras
encierran los vientos,
filtran los rumores,
hacen cañadas por donde circulan
ay mis necios recuerdos.
Estos blancos entre negros,
signos que no son signos,
nadas con posibilidades de hacerse todos,
significan no obstante su presencia de ausentes
la ausencia presente de nuestros ayeres,
esos rostros no olvidados,
esas voces jugando a maquillarnos,
esas bocas ansiosas de trozos de pizzas
hechas con ingredientes tomados de instantes.
Rincones vacíos del alma
que jamás nadie ni nada podrá llenar,
ni siguiera en terco interés
que algunos quisieran invertir en olvidar.
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