28-30 de enero de 2017
gritaron los sueños.
—¡Se rompió la represa!—
advirtieron tus verdes pupilas.
Un caudal de rímel recorrió el valle
extendido justo en tu mejilla.
Nilo de pesares y de dichas,
tu mirada inundó mis fantasías,
regando las parcelas de mis versos.
En los rápidos de tus ansias,
bogué, hoja marchita,
hasta el remanso de tus labios
y en el palpitante fango de tu seno
hinqué raíz de amor eterno.
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