NOBLEZA OBLIGA, TRADICIÓN QUE OBLIGA

Tradición muy mexicana
esta de escribir calaveritas
ayuda ha deshacer cuitas
y a enterrar a una que otra hermana

de algún cábula matrero
d'esos que se pasan de listos
dizque por andar ya muy vistos
en curules y potreros.

Políticos y escritores,
gente de toda fe y estofa,
en capilla ardiente la estrofa
incluye con todo y amores.

Y cómo la lectura es noble
no puedo dejar que pase esta
tradición sin elogio doble
aun cuando cambie la rima
en la mía tan torpe testa.

Para evitar en el lector grima
queden esta y la siguiente
cual lápida pa'l presidente
calderón que canta en la cima.

Y ya me voy con mi muerte
cargando hitacate a otro lado
no sea que venga el malvado
y al Diablo entregue mi suerte.

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CALAVERA AL TELEGENIO
por Valentín Pereda

Con Afecto para mi hermanito Nara.

La muerte buscaba talentos
Y en la red fue a encontrar
La página de Antonio Rada
Y lo decidió matar.

No es que fuera envidiosa,
la muerte estaba tensa
porque había reprobado
su examen para Mensa.

Y como a Roberto no encontró
a Blanquita fue a buscar,
y en una montaña de Saltillo
la hizo morder por un coralillo.

A Lalito la muerte mostró
un acertijo de física
y le asfixió en sus ideas,
era astuta la tísica.

Como Antonio no aparecía,
lo citó en televisión,
era un programa famoso
para toda la nación.

Ahí la muerte le pregunta,
de los genios en cuestión,
Antonio estaba sentenciado
al terminar la emisión.

Y cuando fueron comerciales,
y sin dar explicaciones
la muerte mató a Antonio
entre gritos infernales.

Solo Gabo faltó,
creo que ni se enteró
que el Telegenio murió.