11 de septiembre de 2010
(A mi madre, 9 de febrero de 1932 - 30 de enero de 2009.)
Mi conejita azul
ayer se me perdió
pastando la dejé
y desapareció.
Desde este corazón
la habré de recordar,
las flores que dejó
no la dejan de añorar.
Mi conejita azul
ayer se me perdió.
Ya sé debió de ser.
Ya sé que feneció
y yo no tengo más
que una coneja azul.
Si alguien la llega a ver,
rogaré su mediación,
por favor denme razón,
no rehuiré.
Mi conejita azul
se me ha perdido ayer,
se fue.
Mi conejita y yo
hicimos amistad,
un poco con amor,
un poco con verdad.
Con sus orejas sutil
captaba una canción,
saberla compartir
era su vocación.
Mi conejita azul
ayer se me murió
y puede parecer
acaso una obsesión,
pero no he tenido más
que una coneja azul,
y aunque tuviera dos
yo sólo quiero al ser
que de mi vida fue razón.
La esperaré.
Mi conejita azul
se me ha perdido ayer,
se fue.
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